Informe Conders - Tucumán

14.04.2012 23:10

 

 Monitoreo Social sobre Derechos Sexuales y Reproductivos en la ciudad de la

Banda del Rió Salí

(Departamento de Cruz Alta - Provincia de Tucumán)

 

Informe Final

 

 

 

 

CEHIM

Centro de Estudios Históricos Interdisciplinarios

Sobre  Las Mujeres

Departamento de Historia

Facultad de Filosofía y Letras

UNT

 

2006

 

Centro de Estudios Históricos e Interdisciplinarios de las Mujeres, (CEHIM) dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras. U.N.T.

Av. Benjamín Araóz 800

Teléfono: 0381 4310570 int. 7445

Fax: 0381 4310171

Correo Electrónico: biazzo@ciudad.com.ar

 

  

PRESENTACION

 

El Centro de Estudios Históricos Interdisciplinarios de las  Mujeres (CEHIM) que pertenece a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT,  fue creado a propuesta de profesoras del Departamento de Historia, en noviembre de 1991. Fue la primera institución de nivel académico en el Noroeste Argentino que abordó la problemática de las mujeres y de las relaciones  de género, desde una perspectiva científica, promoviendo líneas de investigación y tareas de postgrado, extensión y grado como experiencia novedosa en el espacio universitario.

        Desde este espacio académico del cual partimos, para realización   de nuestra tarea de recolección de datos del monitoreo social, es necesario marcar que   el  periodo de aplicación y ejecución de las listas de chequeo  se confeccionaron entre los días, 17,18 y 19 de Julio durante la mañana y la tarde.

 La ciudad de la Banda del Río Salí se encuentra a 3 Km. al Este de San Miguel de Tucumán.  La planta urbana ocupa una superficie de 37 Km2 y limita al Norte con la ciudad de Alderetes, al Este con las comunas rurales de Delfín Gallo y Colombres, al Sur  con la ciudad de Lastenia, y las comunas de San Andrés, y Ranchillos  y al Oeste con el Río Salí.

 Estrechamente vinculada, física y  funcionalmente  con la capital provincial, la Banda del Rió Salí, se erige como una continuación del aglomerado urbano del Gran San Miguel de Tucumán. Asimismo se relaciona, con las localidades de Lastenia y Alderetes por su cercanía geográfica y el tipo de actividad económica que  desarrollan.

Las listas de chequeo  se realizaron dentro y fuera del Centro de “Servicio Medico Asistencial” ubicado en la zona céntrica; éste  pertenece a la Municipalidad de la Banda del Río Salí,  y está a  cargo de la Directora de Salud del municipio, Dra. Ester Manzur. Se observo que en este mismo espacio funciona paralelamente el centro de atención primaria (C.A.P.S) del Sistema Provincial de Salud (SIPROSA) donde la Dra. Claudia Torres es la coordinadora.

 Funcionando como un sistema mixto,  los servicios que brinda  el sector, municipal son: Pediatría, Odontología, Otorrinolaringología, Oftalmología, Ginecología, Psicología, y Guardia médica las 24 horas[1] todos los días de la semana, mientras que el Sistema Provincial de salud (SIPROSA) brinda asistencia en: Pediatría, Ginecología, Clínica médica para adultos y Psicología. Cabe aclarar que este sector solo funciona mañana y tarde sin emergencias  las 24 horas[2]

El Servicio Asistencial, atiende además a habitantes de otros puntos del Departamento Cruz Alta ya que constituye un centro sanitario de referencia sobre todo,  para las localidades vecinas de Lastenia y Alderetes.

 De acuerdo a las personas encuestadas en la vía pública, (zona bancaria,  plaza principal, centro cultural, entre otros) estas hicieron referencia a otras instituciones de salud pública ubicadas en los barrios, como por ejemplo los centros de atención primaria (CAPS) “Monseñor Gregorio Díaz”, “Bº Belgrano” y “17 de octubre”. También  el Hospital Santa Rita ubicado en Lastenia, donde la Municipalidad de la Banda del Río Salí  brinda los servicios de Radiología de Laboratorio, dado que estos no se brindan en el centro asistencial.

  Es también importante señalar, que se eligió la  ciudad de la Banda del Río Salí como punto de partida para el trabajo, puesto que se encontró en ella una muestra  significativa a cerca de la situación crítica que atraviesan los derechos sexuales y reproductivos en la provincia.

Tucumán lidera los índices nacionales de embarazos adolescentes donde el 21 % de las madres no han cumplido los 18 años incluso se destaca la existencia de casos de niñas de hasta 10 años que darán a luz en los próximos meses[3].

  Es necesario considerar que la ciudad de la Banda del Río Salí está constituida por una  sociedad muy conservadora y religiosa. Al igual que en el conjunto de la provincia, no existe una voluntad política para la concreción de proyectos legislativos vinculados a la promoción del libre ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.[4]

        

 EVALUACION

 

Para la realización de la investigación fueron aplicadas en total 152 listas de chequeo, entre las cuales podemos hacer una discriminación cuantitativa donde contestaron: 102 mujeres y 50 varones, de entre 15 y 24 años de edad.

Es preciso aclarar que para la aplicación de las listas de chequeo en el Servicio Médico Asistencial, no fue necesario solicitar una autorización formal a las autoridades de la institución. Tampoco hubo objeciones por parte de las/os prestadoras/es de salud, ante la presencia y actividad de las encuestadoras. Esto/as mostraron, inclusive, cierta indiferencia ante las mismas, sin interferir en la tarea.  Simplemente se  informó a una doctora del servicio medico sanitario acerca del tema de las encuestas, las actividades,  objetivos del equipo

  Durante el desarrollo y ejecución de las listas de chequeo, cabe mencionar que las personas  se mostraron dubitativas ante la requisitoria: preguntaron sobre la duración y el contenido de la encuesta. A partir de la aceptación a responder la misma, se observaron variadas reacciones; como por ejemplo,  la  petición de  explicaciones más específicas del tema sobre el cual responderían, acerca de mantener el anonimato.

Por otro lado, procuraron saber quiénes eran las personas que realizaban las encuestas debido a que existió desconfianza al pensar que se trataba de alguna agrupación política relevando información sobre los planes sociales.

También hubo diferencias entre varones y mujeres, en relación a las respuestas que brindaron.

En general los varones expresaron mayor predisposición que las mujeres ante el  requerimiento para completar  las listas de chequeo.

En cuanto a las  mujeres, algunas se mostraron temerosas y   vergonzosas por la temática. Otra característica que se advirtió es la marcada diferencia entre aquellas que tenían hijos y las que no, con respecto al interés  por responder Un ejemplo de ello son las madres que concurren asiduamente  a los centros de salud y que exhibieron una mayor preocupación, no oponiéndose a ser encuestadas.

  Con respecto a las adolescentes, concurrían  acompañadas de sus madres. Las madres en numerosas ocasiones negaron su permiso para que las jóvenes respondieran. También debemos hacer referencia a que las mujeres que se encontraban con sus parejas mostraron cierta  subordinación a la hora de responder y muchas veces se negaron a hacerlo.

En lo referente  a la comprensión de las preguntas se encontraron bastantes dificultades, dado que fue necesario explicarlas y reformularlas, lo cual de alguna manera pudo condicionar las respuestas y  en  algunos casos, al no interpretarlas cabalmente procedieron a responder por descarte.

Por otra parte, las listas de chequeo sirvieron para reflexionar sobre los servicios prestados, pero es indispensable  distinguir en este aspecto entre las encuestadas, a aquellas mujeres que no eran madres (quienes no hicieron comentario alguno) y las que se encontraban ejerciendo la maternidad, pues fueron ellas quienes hicieron  consideraciones más críticas sobre la deficiente  atención de los centros y hospitales.

En cuanto a los varones que decían asumirse como padres, se mostraron menos informados sobre el sistema sanitario en general, porque lo que está establecido social y culturalmente, es que son las mujeres las encargadas de la salud del grupo familiar, especialmente la de los/as niños/as, y en donde ellos cumplen su rol  pasivo en esta cuestión.

 

CONCLUSIONES

 

Durante el desarrollo y análisis de cada una de las respuestas se puede observar una imagen de la calidad de los centros de salud y de los servicios que el “Servicio Médico Asistencial” dispone (lugar, confortabilidad y privacidad), cuales son las disponibilidades (información y recursos), las posibilidades (accesibilidad, capacidad y competencia del personal de salud), la consistencia y efectividad de los beneficios que se ofrecen.

          Respecto a la ubicación espacial  de los servicios sanitarios  en el Centro Asistencial, las personas afirmaron encontrarlos fácilmente, por tratarse de espacios reducidos[5]. Aunque también debemos hacer mención a la situación en los hospitales, dado que hubo mayor dificultad en esta cuestión, por no haber suficientes señalizaciones e indicadores de calidad para la orientación de los /las usuarios/as.

          En el postulado sobre la existencia de un servicio integral para adolescentes, la gran mayoría afirmó la inexistencia del mismo. Aunque algunos de los/as interrogados/as, hicieron referencia a charlas para adolescentes impartidas por la psicóloga de la institución, de carácter esporádico, con escasa participación y divulgación.

         En cuanto a la  afirmación referida a la solicitud y obtención de los turnos, un alto porcentaje de los/as encuestados/as alegaron que los turnos deben ser requeridos a tempranas horas de la mañana (05 a 07hs.) Sin embargo los/as profesionales comienzan su actividad de atención alrededor de las 9 ó 10 de la mañana.[6]

        Siguiendo  el análisis, respecto de los tiempos para ser atendidos  un 98,6% de los/as consultado/as, coincidieron en que existen tardanzas, y largas horas de espera por parte de los/as pacientes.[7]

        Por otra parte  los resultados concernientes al espacio físico de los centros de salud, su confortabilidad, buena apariencia y limpieza, fueron positivos en un 98,6%. A pesar de esto, cabe aclarar que muchos dudaron o matizaron su respuesta diferenciando los lugares como por ejemplo, “los baños son sucios” y en ciertos  momentos  “el salón está sin limpiar”.

Con respecto a la privacidad de la atención, los totales (98,1 %) expresan que se atiende en compartimentos precariamente cerrados y discretos, subrayando que la atención se da principalmente en consultorios. No obstante, cuando se supera su capacidad los/as pacientes son recibidos en una enfermería, donde no existe casi intimidad.[8]

Otra de las características que marcan los resultados acerca de  la duración de las consulta revela que son cortas, sin profundización e incompletas. Se podría decir que son despersonalizadas, haciendo la salvedad, que no son todos las/os profesionales que brindan este tipo de asistencia.

Por otra parte el  98,1% de los/as encuestados/as afirmaron haber sido bien tratados por los médicos/as (con amabilidad,  expresándose claramente, pero de manera de rápida y sin entrar en detalles), sin embargo durante la conversación surgieron objeciones particulares con respecto a algunos/as profesionales, en especial con los/as profesionales en ginecología, pediatría y enfermería.[9]

Sobre el conocimiento de métodos anticonceptivos es preciso remarcar, que solamente  el 67,8% de personas  decidieron responder. No obstante el  30,9% aseguraron que “les dijeron como cuidarse y que medicamento tomar”; en cambio un 36,8 % alegó haber recibido información  y optar por un método de anticoncepción y cuidado, concluimos que aproximadamente un  32,2 % no contesto sobre el tema.  

 En tanto, los varones y las mujeres sin hijos/as, en su mayoría, contestaron que no se habían acercado a los centros de salud en busca de información sobre anticoncepción, y que tampoco el tema fue traído a colación  durante las consultas médicas.[10]

 Se subraya que sobre consejería y explicación de métodos                                   anticonceptivos (píldoras e inyecciones), respondieron mayoritariamente  madres adolescentes. En sus comentarios dejaron en claro que, antes de sus embarazos no recibieron  información alguna  sobre salud sexual y procreación responsable[11].

Con respecto a la afirmación acerca del derecho a decidir, un 38,8 %  de las personas  consultadas la contemplo como positiva. Es importante destacar que las personas no interpretaron la expresión: “derecho a decidir y que nadie puede hacerme hacer algo que yo no quiera”, porque no existe una conciencia y conocimiento sobre lo que es gozar o reclamar sobre estos  derechos, mostrando una carencia significativa en esta temática.

           Es por ello  que  no se observa un  cuestionamiento sobre la realidad  del sistema de salud de la ciudad de la Banda del Río Salí. Durante el desarrollo de la listas de chequeo se notó cierta “naturalización” de situaciones, como por ejemplo, la subordinación a la pareja masculina y a  la figura materna, a preceptos de índole religiosos, etc. que atenta  contra un estado de completo, bienestar físico mental y social[12] a la hora de exigir el ejercicio legitimo e inalienable de los derechos sexuales y reproductivos.

 En cuanto a la  elección del sexo de los/as profesionales de la salud en los centros asistenciales, un 17,7 %  respondió haber podido elegir. Estas cifras nos dan la pauta de que no existe la posibilidad real de elección, demostrando que el 78,9% de los /as pacientes son atendidos por las/os medicas/os de turno, ya sean varones o mujeres indistintamente. Por lo tanto, se trata del primer medico/a que se desocupa.[13]

 Las listas de chequeo revelaron que en el tema sobre el cambio y elección de medico/a, hubo cierta paridad,  un 55,2% declaró,  que cada vez que asisten a la sala los atiende un médico/a distinto/a; pero  casi el 38,8% contestaron que lo hace el mismo médico/a. Esto no constituye el resultado de la elección personal del/ la paciente sino de la organización horaria que tenga a cargo el /la profesional.[14]

 Al analizar los resultados sobre la  disposición de un área para la atención especializada de padres y madres adolescentes, un 92,7% de las personas coincidieron en que no existe esta clase de servicio. Si bien este centro asistencial no esta destinado para la atención (especifica y exclusiva) para adolescentes la realidad (asidua concurrencia de madres y adolescentes embarazadas) muestra  que el mismo se “transformó” en ello, pero, sin un campo profesional capacitado y competente para trabajar con este tipo de población.

 Insistimos que los profesionales  están sobrecargados / as de trabajo y esto genera la imposibilidad de una buena atención personalizada[15].

 Teniendo en cuenta que los/as adolescentes consultados/as en su mayoría respondieron que no son escuchados/as cuando se realiza algún reclamo sobre como funciona el sistema de salud, entonces se puede advertir que no existe una conciencia acerca de la posibilidad de cuestionamiento o defensa de los derechos, especialmente los vinculados a la salud.

Se observa además  que no están habituados al uso y/o manejo de libros o buzones de sugerencias o quejas. Esto hace pensar o reflexionar acerca del alto desconocimiento,  despreocupación y temor en llevar acabo este tipo de acciones.[16]

 

REFLEXIONES

 

La experiencia del monitoreo social e investigación resultó bastante útil  pues, desde el punto de vista cuantitativo, se pudo identificar puntualmente realidades tales como el alto índice de embarazos en adolescentes con necesidades básicas insatisfechas y extrema pobreza, muchas veces negadas y disfrazadas por las autoridades gubernamentales y sanitarias de nuestra provincia.

Además sirvió para reafirmar actitudes de acción en la promoción de métodos y técnicas que contribuyan al desarrollo de servicios hacia esa comunidad, en materia de derechos sexuales y reproductivos. Entendiendo  estos, como parte del conjunto de derechos humanos como: el derecho a  la vida,  a la libertad, a recibir y transmitir información completa veraz y apropiada, entre otros.

  Actualmente estos derechos son violados permanentemente por factores externos y coercitivos como lo son el fundamentalismo, el oscurantismo religioso, y la falta de voluntad política de quienes deben  garantizarlos.  Es importante tener claro  que también existe un Estado que no brinda los mecanismos necesarios para el óptimo funcionamiento de los sistemas de   salud, educación y justicia.

Del mismo modo la realización de este monitoreo sirvió  para  tener un contacto directo con jóvenes y adolescentes, que reflejaron una falta concientización sobre el ejercicio y exigencia de sus derechos; Debido a …”desigualdades en el acceso a los mínimos de bienestar y a los derechos humanos básicos que le aseguren las condiciones de posibilidad para desarrollarse de acuerdo a sus propias opciones”[17]. Como consecuencia de la imposibilidad de la aprobación de una ley provincial de salud sexual y procreación responsable ó la adhesión a la Ley Nacional 25763. 

Se considera que esta situación producto de un contexto cultural y social caracterizado por prejuicios, violencia, y maltratos degradantes constantemente naturalizados por nuestra sociedad día a día.

 Los resultados de la tabulación final no sólo confirman el diagnóstico previo, en relación a la calidad de la atención y el desapego a las normas y especificaciones que se establecen en el Programa Nacional de  Salud Sexual y Procreación Responsable, sino también que reafirman la necesidad de promover  la puesta en marcha de acciones para con esa comunidad.  

 Además los datos revelan que la atención en los centros de salud es precaria , deficiente, poco ágil y burocrática, las personas deben sacar turnos con mucha anticipación y luego esperar largas horas para ser atendidas por no más de diez minutos y en muchos casos ser poco escuchadas por los/as profesionales de la salud. Esto demuestra la incapacidad e incompetencia de la institución sanitaria (medicos/as enfermeras agentes sanitarios y demás).

 Por otro lado, al hablar de calidad del servicio en educación sobre  anticoncepción, se observo que esta es incompleta, inconsistente, e inapropiada.

  Se pudo corroborar que la oferta de información y servicios es desigual  para los/as usuarios/as, como se expreso anteriormente no tienen aun la posibilidad de ejercer el derecho a decidir libremente.

   La población sigue empleando métodos inseguros (mitos, rumores y falsas creencias) para la planificación familiar. Como consecuencia de esta situación encontramos una impactante proporción de padres y madres adolescentes a quienes los servicios de una salud reproductiva segura, y de larga duración les llega en forma tardía.

 

SUGERENCIAS

 

Con el propósito de facilitar una buena comprensión e interpretación de los datos que se obtienen a través de monitoreos sociales sobre la atención de los centros de salud, se plantean  una serie de observaciones a tener en cuenta para realizar dicha investigación.

La determinación de necesidades y el monitoreo de este tipo, necesita incluir, desde el punto de vista metodológico no sólo datos cuantitativos, sino también, combinarlos con enfoques cualitativos. Para que no se procesen solamente los datos de forma vertical, que midan solo la intervención superficial y estadística del Estado, sino también las causas profundas en cuanto a habilidades, conductas y prácticas relacionadas a esta temática.

Proponemos la realización de nuevas y más apropiadas encuestas de muestreo, como así también utilizar y comparar las mismas con otras fuentes de datos existentes, provenientes por ejemplo: de estadísticas oficiales, entrevistas, a los /as usuarios/as, a los/as profesionales, a los responsables de las entidades de salud, realizar observaciones participantes y confrontarlos, para reconocer actitudes y comportamientos de los/as actores.

Las afirmaciones deben coincidir con la realidad  local, regional y de áreas más pequeñas. De lo contrario se tornan confusas para las personas consultadas, y al momento de  dar una  respuesta  manifiestan dificultades. Por lo tanto es necesario tener en cuenta que muchas de las personas poseen un  bajo nivel de escolaridad y en algunos casos son analfabetas.

Además varios apartados hacen clara referencia a una realidad socio-sanitaria muy diferente al  de la ciudad de la Banda del Río Salí y en particular a  otras ciudades de la provincia de Tucumán, incluyendo el gran San Miguel de Tucumán. Por ejemplo, cuando se hace referencia al derecho a decidir, ni los/as profesionales ni los/as usuarios/as de los servicios de salud se encuentran familiarizados con la teoría  de género. La calidad y disponibilidad de información varia por tema y lugar,  se tienen muchos datos pero no información.

Desde el CEHIM proponemos promover la organización de asociaciones civiles que se ocupen de un monitoreo permanente y sean las encargadas de realizar las denuncias y pedidos a las autoridades. A su vez, estas asociaciones tendrían que ser asesoradas por personas capacitadas en teoría de género que puedan dar talleres, charlas, etc.

Creemos que es posible mejorar la calidad de las prestaciones de salud a pesar de  las falencias estructurales e injusticias producidas por el sistema económico y político, incluso apuntar a subsanar  muchas faltas que los servicios de salud tienen, especialmente el componente humano que obstaculiza el buen funcionamiento de las mismas.

El monitoreo es una herramienta de diagnóstico de las diferentes realidades sociales para lograr un cambio en las relaciones de poder dentro del sistema de salud. Es necesario enfrentar obstáculos y resistencias para crear conciencia en materia de derechos sexuales y reproductivos. Asimismo, el monitoreo permite crear redes entre provincias que posibiliten el intercambio de información y estrategias para lograr los cambios necesarios.

 

 

Directora Del Proyecto Dra. Hilda Beatriz Garrido

Coordinadoras

Soraire, Noemí Liliana

Olivera, Silvia Beatriz

Díaz, Mabel Mercedes

Fernández, Fabiana Beatriz

Pantoja, Maria Claudia

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

Ander Egg, E.: Métodos y Técnicas de la Investigación Social IV. Técnicas Para la Recogida de Datos e Información. Lumen Humanitas. Bs. As. 2003

Checa S. (Comp): Género, Sexualidad y Derechos Reproductivos en la Adolescencia. Paidós. Bs As. 2003.

Gomez del Río, E.: Aborto y Comportamiento Reproductivo. Desde el Discurso Público al Discurso Privado. Ed. Científica Universitaria. Buenos Aires. 2002

Fize, Michel.: ¿Adolescencia en crisis? Por el derecho al reconocimiento social. Ed. Siglo XXI, Bs As., 2001

Margulis, M. y Otros: Juventud, Cultura, Sexualidad. La Dimensión Cultural en la Afectividad y la Sexualidad de los Jóvenes de Buenos Aires. Ed. Biblos. Bs As. 2003

Margulis, M. (Ed): La Juventud es más que una Palabra. Ensayos sobre Cultura y Juventud. Ed Biblos. Bs As 2000

Rubarth, G. Sommer, S., y otros: Los derechos reproductivos son derechos humanos. A.P.D.H. Buenos Aires. 1995

 

DIARIOS Y PÁGINAS EN LA WEB

www.tucuman.gov.ar

www.msptucuman.gov.ar

www.conders.org.ar

www.elsigloweb.com

www.lagaceta.com.ar

Diario El Tribuno de Tucumán

 

 

 

 


[1] Los datos fueron proporcionados por el personal administrativo municipal del centro medico.

[2] La información fue suministrada por el personal administrativo del C.A.P.S (Centro de Asistencia Provincial de Salud). 

[3] Diario El Tribuno. Tucumán. Jueves 27 de Julio de 2006-Pág. 18

[4] Desde el año 2002 se hicieron siete proyectos de ley, muchos realizando pequeñas reformas, otros siguiendo a la ley nacional. En agosto de 2004 la Legislatura provincial resolvió crear una comisión encargada del estudio de los proyectos relacionados con el tema de Salud Reproductiva y Procreación Responsable. La comisión estaba integrada por los Presidentes de la Comisión de familia, Minoridad y Discapacidad; Legislación social; Salud Pública y por los presidentes de los distintos bloques partidarios que integran el cuerpo. Actualmente estos  proyectos legislativos  siguen archivados en el recinto.

[5] En el anexo de fotografías de este informe se ilustra más fehacientemente la dimensión espacial a la cual se está haciendo referencia.

[6] Los relatos de algunas mujeres, revelan que: solamente  se dan poco números (16 por día) criticando el horario para conseguirlo, y en ocasiones los/as doctores/as no asisten a sus lugares de trabajo y los/as pacientes quedan sin recibir ni acceder a la consulta.

[7]Generalmente, son madres adolescentes embarazadas, ó madres jóvenes que asisten con sus niño/as (2 o 3 hijos/as cada una).

[8] El servicio médico se encuentra funcionando “provisoriamente” en un ex salón de fiestas, siendo sus paredes  externas de vidrio (lo que lo hace poco privado hacia el exterior). El amplio espacio posee precarios consultorios, construidos con paneles de yeso y durlock sobre una construcción tipo escenario, con tablones Cf. Con las fotografías incluías en el anexo

[9] Algunas madres se quejaron sobre el mal trato que recibieron sus hijos de los pediatras,  muchas de ellas soportaron llamados de atención  de los/as ginecólogos / as al  regresar nuevamente embarazadas. 

[10]  Los porcentajes se sacaron en forma estimativa de los resultados totales de las listas de chequeo

[11] Estas mujeres  comentaron que después de en su segundo embarazo obtuvieron escasa información sobre el tema, incluso debieron soportar “fuertes llamados de atención” de parte de su médico.

[12] CoNDeRS. Monitoreo social guía para la acción, Pág. 6 .Julio 2005

[13] En casi todos los centros de atención primaria el funcionamiento y organización se constituye de esa manera, con excepción de los Hospitales públicos  donde existe una mayor probabilidad de elección de servicios y profesionales.

[14] Los/as encuestados aclararon que si  asisten en el mismo día y horario del profesional elegido se  puede lograr la continuidad en la atención. 

[15] “ un joven encuestado expreso.  “los médicos no tienen culpa del sistema” .

[16] Esto es por el descreimiento y desconfianza en las instituciones y en quienes le prometieron  alguna mejora, o bien por ser una población con característica particulares, no les interesa.  

[17] Figueroa Perea, Juan Guillermo. Un apunte sobre Ética y Derechos Reproductiva pag.219